24 de julio de 2011

Lentitud

Es de azúcar. Tibia, brillante.
No hay sentido. Es un viaje ondulante y corto,
y sin meta.
Fue de sal y fría. Toda de alguien y por nadie.
Provocada y cabizbaja, caerá.
Tentación suicida.
Baile curvo en curso recto, en fin mediado
se pierde así, entre montañas.
Languidez nocturna, de ojeras matutinas, vespertinas, todas.
Es de azúcar, se sabe así misma, se lame, se pierde en agua,
deshecha descifrada y vuelta a nacer. Clonación perpetua.
Encontrado el fin termina el viaje, cesa el baile.
Peregrina la próxima. Desaparecida la anterior.
Tibieza de historia y sin huella. Timidez.
Oscuros sentidos ocultos, silencios navegantes, humedad que no calma.
Miel en su suavidad que ha marcado la línea por donde correr,
nunca la respeta. Desborda impaciencia, quiere evaporarse
morir en la comisura de los labios. 

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