13 de agosto de 2012

Noite


Nuestros cuerpos engarzados...

es la incomodidad más plácida que encontré
para suplir el espacio inabarcable 
del colchón.

Y es que el sudor del vapor es el más…

asquerosamente delicioso.

Es eso lo que respiro cuando el agobio más embriagante
me asombra como una primer degustación.