16 de julio de 2011

Secretito

Las flores amarillentas que empapelaban tu nuca jamás te dijeron
que los gritos una vez callados, son hoy los silencios que pueden escucharse.
Embriagada de sueños ajenos
sin presente miras al pasado,
y te quedas sin futuro con tu miedo.
Si supieras que la margarita blanca y limpia de hoy
es la misma que la escondida de ayer,
no sabrías si las flores amarillentas de tu pared resquebrajada
fueron realmente tan silenciosas.

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