29 de mayo de 2011

Quiero que me agobies


Yo quiero que me agobies
Porque Es exacto el cansancio al dejarme caer.
Dueles en alguna parte
Dulcemente, dueles y deseo.

Yo quiero que me agobies,
Que dejes mi aire en otro lugar y entregarme.
Aprópiate de mi silencio,
Y deja que llore en ausencia de lágrimas
Porque deseo que me agobies.

En ese desgarro tiemblo,
Placer de los nunca
Y cerrados los ojos, te dejo.

Búsqueda (de alguien)

Ahí está la mirada de nadie que me mira,
que no sabe si cuando observa siente la vida
o si quiere respirar de otro iris.

Me mira con membrillo de sangre y sin azúcar
esperando que los silenciosos recovecos del humo de mis ojos
le digan que soy yo la vida que busca.

Despliega los aromas más nauseabundos que siente,
pero desnuda sus verdades mirándome con pudor de otro
porque el suyo lo perdió pensando que sentía la vida.

Cuando le digan que no soy los ojos de aquel que piensa
y se pase llorando lágrimas reptiles… pobre,
pobre si piensa que murió.

Hambre

Locura. Con toda la cordura, gritarla.
Son dos las manos que acarician en un encuentro de sed,
la mano del loco y la guarida.

Un silencio impertinente goteará pudor angurriento que temblará en lo ajeno y nadie lo escuchará.
La indecencia garantizada por el orgullo de la anomia atemorizada por haber nadado aguas sin sal,
esa indecencia, simple y sigilosa, despertará en los gemidos que eternizará en la sed que la contrasta.
Trajo del pasado lo más delicioso. Del recuerdo, lo más lejano que no resultó así en el sabor.

Son dos las manos que acarician en un mismo encuentro de sed,
no lo fueron en la duda de la deliciosa sed flotante e implacable del pasado descubierto reciente.
Nacimiento prematuro del nervio humano, la inevitabilidad de lo incontrolable, la guarida desprotegida.

Piedras sensibles al tiempo, sólo al tiempo serán arena o aguas sin sed. Serán nervio humano.
¡Oh locura enajenada! ¡no haberte encontrado antes del nacimiento de la razón nerviosa que hoy me yergue!
Amistad con el miedo incalculable que trae consigo la desnudez del querer.